(…de la creencia a la sistematización de nuestro conocimiento…)

Siguiendo con las ideas “al vuelo” con que venimos,  debemos coincidir con las respuestas y los planteamientos expuestos pero antes de continuar, pongo pausa para ofrecer,

Las más sinceras condolencias al Pueblo Japonés por la tragedia sufrida a causa de los fenómenos naturales.

En cuanto al “enjambre sísmico”, es interesante el pico más agudo (el de 8,9°) porque dos de los elementos asociados a Plutón (Petróleo y Energía Atómica) fueron directamente afectados (Refinería y Planta Nuclear)

Javier Reinoso lo representa y describe:

Está claro que el “sistema” se está ajustando. Sólo que, con esa escala, cualquier pestañeo de la Tierra, nos pone en jaque y con las fuerzas implicadas… lo que verdaderamente da miedo es todo lo que tenemos al frente… sin posibilidades de huida…

Ernesto García, usando el programa Zodiac de Javier Reinoso, nos  muestra así la realidad que tenemos frente a nuestros ojos, a sólo pocas semanas (http://www.astrodreams.com/forosfiles/_por_qu__abril_2011.pdf🙂

Abril 3 2011.png

La gran pregunta que queda flotando en el aire es, ¿por qué si la Astrología, ha venido levantando la voz en relación con las tendencias, pero por más contundentes que sean los avisos y su demostración, no se le pone la debida atención?

Voy a rescatar y digitalizar un ensayo “REPENSAR LA ASTROLOGÍA, de la creencia a la sistematización de su conocimiento” que escribí hace años, porque hay una serie de indicios, a los que tampoco los astrólogos, les hemos dado la debida atención. Ésta es un primer acercamiento al tema.

La síntesis de la que parto, es la de que, “el origen de nuestro cuerpo de conocimientos y el de las religiones es el mismo, como también lo es la evolución histórica que han seguido y también es el mismo de la crisis de la Fe“, en la que compartimos la misma cama, a pesar de que nuestra condición, desde 1600, es “clandestina” y por tal razón, nunca se institucionalizó: la sacralización de los “fenómenos naturales”, (que fueron considerados en la paleohistoria como dioses, en un panteísmo primitivo y elemental) adopta distintas formas y rituales, en las distintas culturas y sus etapas históricas, en las que, en un determinado momento, sus símbolos son suplantados y adaptados como base de los dogmas que se estructuran en cada una de las religiones o cuerpos teológicos conocidos.
En medio de un proceso “subliminal, que estremece las estructuras dogmáticas desde el Barroco”, éstos sufren distintos cismas y adaptaciones, pero a partir del siglo pasado y con el advenimiento de la tecnología y de los medios de comunicación, sistemáticamente se empiezan a minar las bases de todos los modelos simbólicos o teológicos, porque “el mensaje de fondo” no lo recibe el receptor (habitante común y silvestre) por parte del emisor tradicional (el Sacerdote, del Pastor, del Ravino, del Ayatolah, del Guía, Maestro, etc.), sino de los Medios de Comunicación (y en los últimos años de Internet)

Ésto es esencial, porque nuestra función como astrólogos, se ha venido convirtiendo en una especie de sucedáneo de los confesionarios o de los consultorios de psicólogos, en los que nosotros no oímos casi nada y a partir de nuestra lectura, damos nuestro diagnóstico, sin tener la mayoría, formación para proporcionar un seguimiento y mucho menos, un adecuado tratamiento…

El problema de base es que, los orígenes de -y mucha de- la información que procesamos, también están fuera de nuestro ámbito de estudio, de manera que vamos “a caballo” entre la ciencia, la tecnología, las comunicaciones, la mística, las religiones, las creencias, las supersticiones,… etc. ¿Y qué somos? ¿Qué rol cumplimos? Y hacia el futuro, ¿cuál deberíamos…?

La “masa” no cree en la Astrología por las mismas razones que no puede creer en la “religión o en sus ministros” (ignorancia, inconsistencia en el mensaje, falta de resultados tangibles, improbables promesas de premios o castigos).
Por ésto, parece natural, impulsar iniciativas para adquirir el estatus de “ciencia” para obtener credibilidad (sin embargo, muchas disciplinas lo tienen pero eso no representa ninguna garantía de exactitud o verosimilitud, por ejemplo las ciencias económicas, las ciencias sociales, etc.) Yendo más allá, ¿Se podría obtener “sentido de trascendencia” – esencial para el ser humano, a partir de sus demostraciones como ciencia?

El desafío que subyace, es el de ir construyendo un modelo conceptual que permita el restablecimiento de las conexiones simbólicas y reales entre la Astrología, en el sentido riguroso del término, el cosmos y el objeto de estudio, para que pueda cumplir su rol de “guía”

Si nuestro insumo esencial, es la Fe, sin importar el método que se aplique, la condición en la que estamos, es la misma comprobación de que todas las religiones institucionalizadas, están en crisis (Plutón pasó rasurándolas a todas y ahora viene a demoler sus estructuras) y si bien, nos salvamos en parte, es porque la Astrología, al carecer de una institucional,

ha funcionado espontáneamente como una respuesta a la necesidad de Iluminación (SOL) a través de la Sabiduría trascendente (Júpiter) en forma alternativa (Urano) mística universal (Neptuno) transformadora (Plutón) que proporcione estabilidad (Saturno) emocional (Luna) armónica real (Venus) que nos permita comunicarnos (Mercurio) y trabajar y luchar por nuestra existencia (Marte), pero sin la solidez requerida por el paradigma tradicional de la ciencia y tampoco sin mayor dirección.

Consolidar este discurso y sus tendencias nos llevaría hacia una urgente “ECOLOGÍA ASTRAL”. Sin ésto, seguiremos “ninguneados” por nuestra suma infinita de ocurrencias, charlatanerías y las carencias de rigor, seriedad, conocimiento, método y disciplina… además, agravado por el hecho de que “el exceso de información, sin dirección, asfixia al conocimiento“.

La libre interpretación fenomenológica (inventario descriptivo de los hechos, pasados o futuros)

NO SE PUEDE SISTEMATIZAR PROFUNDAMENTE, PORQUE LOS (SIEMPRE PARCIALES) RESULTADOS SON OBTENIDOS POR MEDIO DE MÉTODOS O PROCESOS DISTINTOS, CON DISTINTOS PARÁMETROS Y EN UN MODELO INFINITAMENTE COMPLEJO, ADMINISTRADO POR AGENTES AUTODIDACTAS, CASI SIEMPRE SIN CAPACIDAD NI FORMACIÓN PARA LA INVESTIGACIÓN. LAS EXCEPCIONES, AGOTAN SUS RECURSOS AL TRATAR DE DESENMARAÑAR LA NEBULOSA IMPERANTE.

¿Vamos a seguir hurgando sin un adecuado sentido?

Reitero mi absoluta complacencia por la seriedad de la mayoría de los “Aportadores(as)” pero, creo que seguimos “volando,” sin más que la base que nos ha proporcionado el esfuerzo de algunos, pero debería asustarnos a todos(as) el efecto Neptuno, como habitante de la casa 12… y la descomunal concentración de Violenta Energía Primaria concentrada en Aries y en tensión hacia Saturno y Plutón, como una configuración que nos dejará frente a una realidad desconocida y de la que será muy difícil restablecernos.

Observemos la imagen que nos remite, Ernesto García B. ¡por favor, vean las fechas!

La evidencia está expuesta y nadie parece reaccionar… los accesos los tienen los comunicadores y los medios…

En cuanto rescate el texto del ensayo, lo subiré. Estén atentos(as)…